Me ilusiona, y mucho la temporada en la NBA porque hay un montón de candidatos al título en las primeras fechas así como, ya no hay encuestas en las que uno o dos equipos arrasen en probabilidades de ganar el anillo, así como grandes incógnitas sobre premios como el MVP, que la pasada temporada fue como elegir entre papá y mamá. Tenemos a viejos rockeros como Kobe Bryant que dará guerra a los mejores a pesar de jugar para un equipo que mejor le vendría "tanquear", tenemos a los actuales campeones que no muy tarde comenzarán con exhibiciones de "basket" coral y que nadie sabe si volverán a significar el anillo, el maltrecho "big three" de los Thunder que estoy seguro que en un mes volverá con más fuerza que nunca, a unos Bulls que si les respetan las lesiones pueden al fin alzar algo al cielo sin Jordan, a LeBron "comin' home" con Love bajo el brazo e Irving de serie dirigidos por uno de los mejores entrenadores de la historia del baloncesto Europeo, a "Lob City", mirando a Canadá dónde mejoran los Raptors, a la barba junto con Howard y un Ariza que está haciendo olvidar a Parsons, el que ayudará a Nowitzki en una de sus últimas cruzadas a los Playoffs mientras que en Memphis confían en hacer algo grande picando mucha piedra. ¡Y muchos triples de Thompson y Curry!
No puedo parar, me dejo cosas en el tintero, me dejo a Lillard+LaMarcus, me dejo los pases de Ricky, la eficiencia en la pintura de "la ceja", un Rudy Gay en unas cifras anotadoras de otros tiempos así como alguna exhibición individual de "Melo" y más y más que me dejo como por ejemplo al equipo que ahora preside "air". Y partidos que también me dejo partidos, aún sabiendo que #dormiresdecobardes y a pesar de que alguno sí veo un rato en directo se agradece mucho el horario europeo en un par de partidos el fin de semana, la mayoría de estos serán de visionado obligatorio, tanto por el favor del horario, como por la magnitud de la calidad baloncestística.
Cada uno tenemos nuestra historia con el baloncesto, pero es curioso como puede surgir una llama tan fuerte en ciertos momentos en un hombre de fútbol como yo, cierto es que soy un amante de la táctica en general, disfruto de una canasta espectacular,de un gol bonito, o incluso de un ataque valiente desde lejos en mi otra gran pasión que es el ciclismo pero la satisfacción que me produce ver a deportistas poder llevar a cabo un plan a las mil maravillas, saber estar ordenados,de parecer máquinas y notar que hay mucho entrenamiento detrás de todo eso. Equipos como los Spurs, el Barça de Guardiola, las grandes victorias en Europa y en liga doméstica de los equipos de Mourinho, el Maccabbi de Blatt en la última final de la Euroliga. Eso sí es un verdadero disfrute, es llevar el juego a su máximo exponente, depender lo mínimo del azar y controlar lo que va a pasar en un porcentaje cercano a lo absoluto. Que cada peón involucrado en el juego parezca estar manejado por Gary Kasparov.
Cuando merendaba en mi infancia viendo las redifusiones de los partidos de la NBA tras comprarme el videojuego porque jugaba un tal Pau Gasol en Memphis descubriendo gracias a él a unos tales Vince Carter, Iguodala y Tracy McGrady, no imaginaba aún los momentos que me iba a dar el baloncesto. Nombro los triples de Herreros, el Barça de Xavi Pasual con Navarro, Spanoulis, Diamantidis, Kobe, Ginobili, Chocolate blanco Williams, ver videos de Jordan hasta que terminases de verdad creyéndote que eso ocurrió, 20 minutos al día de pases de Stockton en YouTube, los juegos de Pekín y de tantas cosas que me olvido hasta el día de hoy, lamentando no haber nacido en la época del Jouventut de Villacampa coincidiendo con la globalización de la NBA de la mano de los integrantes del Dream Team.
Pío Iglesias - @Pitu_Iglesias
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